Cuida el flor morado evitando luz solar directa que pueda decolorarlo. Limpia con un paño seco y suave, evita líquidos y protege de objetos abrasivos para mantener su color y textura únicos por más tiempo.
Cuida la tela San Jacinto evitando la exposición prolongada al sol, que puede desgastar los colores vibrantes. Limpia con un paño seco o ligeramente húmedo, evitando productos químicos agresivos, para preservar su textura y diseño artesanal.